
Camino al descanso tardío, llegamos a la hora de decir basta de luz y temperatura surgida de la estrella más grande que pende del hilo invisible, y que nos acompaña desde que salimos hasta que nos vemos enterrado entre cientos de miles de granos de tierra y arena, que cubren nuestros ojos por nosotros.
¿Camino? Hacia allá, lejos, pero que se acerca, lento, donde queremos llegar.
Siempre es necesario andar un momento para lograr cumplir con lo que nos propusimos, y que va más allá del sólo hecho de respirar.
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