lunes, 22 de octubre de 2007

Jóvenes que encontraron su Libertad sin buscarla concientemente

Pesar en este momento embarga a los familiares de los 8 jóvenes que murieron en Puerto Montt, a sus amigos y a quienes los conocieron.
Muchas eran las causas de su reclusión.
La sociedad los tenía condenados a expiar estos errores, que sin duda causaron dolor y miedo a quienes ellos, los jóvenes, infringieron delitos.
Es frágil la vida humana. pensar que el incendio que aparentemente los jóvenes iniciaron para protestar por lo que consideraban injusto, que los liberaría de estos problemas, sin los cuales podrían estar en recluidos mucho mejor.
Pero nadie pensó en el resultado, en que ley de Murphy -esa que dice que lo que no tiene que ocurrir, ocurre- se haría realidad, en que el fuego ardió mucho más de lo esperado, y en que el humo no los asfixiaría en el baño donde se refugiaron.
La muerte les llegó sin querer ni esperar, pero que buscaron entre comillas al encender la fogata en el recinto carcelario para jóvenes.
La muerte, la lenta muerte, rodeada del humo y el calor, los cubrió y envolvió, liberándoles de verdad de sus ataduras con la sociedad, por sus errores de juventud, de haber violado el acuerdo de la gente de no robarse ni violentarse ni hacer nada que rompa la norma de dejar vivir en paz al otro sin pasar el límite de lo privado.
Esa libertad, claro, la encontraron mucho antes de lo que la ley de la vida recomienda: en plena adolescencia y juventud.

Foto_Unión Reporteros Gráficos Chile

No hay comentarios.: