DIFÍCIL Y FÁCIL

Diciembre es, querámoslo o no, un mes difícil y fácil a la vez.

Termina el año y con ello todo lo planteado al principio, cuando se mira para adelante y se vislumbran las cosas que se harán en el futuro.

El futuro, entonces, se hace presente y real cuando se el mes número 12 llega al calendario, y el tiempo se acorta a tal nivel que ya no queda lo suficiente para completar las propuestas realizadas.

Por ello es un mes difícil, por el ajetreo y las cosas que se quieren realizar pero que no se pueden cumplir.

Y además, es difícil por las celebraciones que hay que afrontar, en términos económicos y anímicos. La navidad y el año nuevo demandan mucho para una persona cargada de esfuerzos y trabas y barreras que pasar, pero que obligadamente, hay que rehacer y tomar nuevamenteánimo para lograr compartir con la familia y los cercanos/as esos momentos en que todo se reencuentra.

Diciembre es además el mes en que el dinero escasea, donde por todo hay que pagar, donde todo presiona para gastar y consumir... es difícil decir no cuando hay presiones que uno se obliga a aceptar, como regalar a un niño o noña de la familia, pero mal que mal todo es manejable.

Y el mes 12 es fácil por cuanto siempre el futuro será mejor -dicen por ahí-, porque lo que se empezó termina y un nuevo comienzo se acerca, y porque los proyectos y las nuevas ideas refrescan nuestra energía y dinámica de acción diaria en pos de crear y hacer nuesvas cosas.

A pesar de lo que escribo y el intento de terminar el comentario con una visión positivia de diciembre, no pude sino hacer una dcescripción negativa. Parece que el tintineo de los renos del viejo pascuero no lograron hacer ver mejor este mes de múltiples contrastes.