Nuevamente aparecen nubarrones a la vista.
La palabra ambición se hace presente nuevamente en el imaginario de quienes piensan en porqué a cada nuevo ejercicio cívico -como las elecciones- aparecen quienes creen que son los llamados a liderar una elección mesiánicamente -parafraseando el concepto de un alto dirigente de la campaña de Frei- y espontáneamente, pero sin considerar que para eso hay que encarnar una idea, un concepto y un sentido que sea compartido por un grupo de personas que sigan a ese liderazgo.
Navarro, Arrate, Enriquez - Ominami y Zaldívar son a su manera ejemplos de esto. Aparecidos recientemente de entre los cientos de rostros de la coalición de Gobierno que apoyaban y compartían ese mismo sentir desde sus posiciones de ex dirigentes (Zaldívar y Arrate) y parlamentarios (Zaldívar de nuevo, Navarro, Enríquez), surgieron para disentir y mostrarse como figuras capaces de cambiar todo lo existente, declarando tener "una" fórmula para renovar lo viejo y vetusto de nuestro país.
Pero su fórmula se cae, por cuanto no contemplaron que la evidencia dice que para que una elección "prenda" EN LA GENTE DEBE TAMBIÉN REPRESENTAR UNA IDEA, VALOR O CONCEPTO, tal como dije antes, pero ellos no han logrado eso, ni siquiera encarnar una idea macro que se diferencie de verdad y que destile sinceridad.
Por el contrario, los eslóganes de cada uno y sus ideas fuerza son más de lo mismo: chimuchina para criticar en base a ideas livianas y que se caen ante la potente evidencia de que el país mira y se dirige con otros pasos hacia adelante, gracias a lo realizado por los gobiernos de la Concertación, pero también entendiendo que hay que mejorar mucho para alcanzar mayores niveles de igualdad y desarrollo armónico, donde los aspectos sociales del crecimiento sean prioritarios (educación, salud, vivienda, educación, trabajo, etc.).
Ese gran punto no lo tienen estas personas, por lo que auguro lo que muchos ya comparten: sus aventuras electorales irán de a poco cayendo en estos meses que restan para iniciar la campaña presidencial de Chile.
PD: No obstante esto, la campaña de Frei y el candidato en particular, tienen un tremendo desafío de mejorar los muchos baches evidenciados en este gobierno, muchbas cosas que el país demanda, muchos rostros por cambiar y entender la administraciónd el Estado y el país.
PD 2: La alianza también tiene que mirar con otros ojos el país en el futuro, cambiar su forma de actuar -unas veces con el país en mente pero otras, con sus intereses de corto plazo en la mira-.
PD 3: Los candidatos mesiánicos deben ser capaces de reinventar sus discursos y mantener un andar constante para lograr cridibilidad a futuro, porque si hoy se pregunta eso, muchos dirían que no ven una pizca de esa virtud en ellos.
PD 4: ¿Dónde están otras mujeres que quieren liderar el país desde la Presidencia?
La palabra ambición se hace presente nuevamente en el imaginario de quienes piensan en porqué a cada nuevo ejercicio cívico -como las elecciones- aparecen quienes creen que son los llamados a liderar una elección mesiánicamente -parafraseando el concepto de un alto dirigente de la campaña de Frei- y espontáneamente, pero sin considerar que para eso hay que encarnar una idea, un concepto y un sentido que sea compartido por un grupo de personas que sigan a ese liderazgo.
Navarro, Arrate, Enriquez - Ominami y Zaldívar son a su manera ejemplos de esto. Aparecidos recientemente de entre los cientos de rostros de la coalición de Gobierno que apoyaban y compartían ese mismo sentir desde sus posiciones de ex dirigentes (Zaldívar y Arrate) y parlamentarios (Zaldívar de nuevo, Navarro, Enríquez), surgieron para disentir y mostrarse como figuras capaces de cambiar todo lo existente, declarando tener "una" fórmula para renovar lo viejo y vetusto de nuestro país.
Pero su fórmula se cae, por cuanto no contemplaron que la evidencia dice que para que una elección "prenda" EN LA GENTE DEBE TAMBIÉN REPRESENTAR UNA IDEA, VALOR O CONCEPTO, tal como dije antes, pero ellos no han logrado eso, ni siquiera encarnar una idea macro que se diferencie de verdad y que destile sinceridad.
Por el contrario, los eslóganes de cada uno y sus ideas fuerza son más de lo mismo: chimuchina para criticar en base a ideas livianas y que se caen ante la potente evidencia de que el país mira y se dirige con otros pasos hacia adelante, gracias a lo realizado por los gobiernos de la Concertación, pero también entendiendo que hay que mejorar mucho para alcanzar mayores niveles de igualdad y desarrollo armónico, donde los aspectos sociales del crecimiento sean prioritarios (educación, salud, vivienda, educación, trabajo, etc.).
Ese gran punto no lo tienen estas personas, por lo que auguro lo que muchos ya comparten: sus aventuras electorales irán de a poco cayendo en estos meses que restan para iniciar la campaña presidencial de Chile.
PD: No obstante esto, la campaña de Frei y el candidato en particular, tienen un tremendo desafío de mejorar los muchos baches evidenciados en este gobierno, muchbas cosas que el país demanda, muchos rostros por cambiar y entender la administraciónd el Estado y el país.
PD 2: La alianza también tiene que mirar con otros ojos el país en el futuro, cambiar su forma de actuar -unas veces con el país en mente pero otras, con sus intereses de corto plazo en la mira-.
PD 3: Los candidatos mesiánicos deben ser capaces de reinventar sus discursos y mantener un andar constante para lograr cridibilidad a futuro, porque si hoy se pregunta eso, muchos dirían que no ven una pizca de esa virtud en ellos.
PD 4: ¿Dónde están otras mujeres que quieren liderar el país desde la Presidencia?
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